RUMBO AL MONUMENTAL

No les voy a mentir, jamás he ido al estadio de Barcelona y esta ocasión la he estado esperando hace algún tiempo.

Lo más cerca que he estado de conocerlo fue cuando Barcelona y Liga jugaron el año pasado, en que derrotamos a los amarillos por tres goles a cero. Pero en esa ocasión no fue en el Monumental, fue en el estadio Alberto Spencer.

Si, aquella vez Barcelona estaba de bajada y Liga estaba rumbo al tìtulo.
Insisto, no les voy a mentir, pero esa vez tuve un poco de miedo. Los pocos hinchas de Liga estaban en una tribuna, mientras que yo estaba en palco y como debe de ser, con la gloriosa camiseta de la U.

Pero mono es mono y barcelonista es barcelonista. Poco a poco empezaron a rodearme desde lejos los hinchas canarios, con la pura intención de agredir al liguista que, osado, se atrevía a gritar y festejar cada gol. La pasión pudo más que nada y en cada uno de los tres goles saltaba, y cantaba.

Era evidente, no iba a salir bien parado del sitio. El árbitro pitó el final del partido y no tuve más que correr hacia la salida más cercana y refugiarme junto a un par de policías, quienes luego llamaron a más refuerzos, cerca de unos 40, solo para custodiarme.

Es que la furia canaria era tal, que querían desquitarse con este humilde servidor. Pero por suerte chapa es chapa y en esa ocasión sirvieron.

Esta vez, la situación es distinta, Liga va a llevar muchos hinchas, Barcelona está peleando un título, y yo voy a tener la oportunidad de ir a conocer el estadio más grande del Ecuador.

No es algo que me quitara el sueño, es solo que quiero sentir y ver cómo lucen las gradas llenas con gente que en muchos casos pueden atemorizarte, y espero, 80 000 almas cantando y haciendo temblar las gradas.

Eso si, espero que el resultado final sea una victoria a favor de los albos. Y la voy a presenciar en el filo de la cancha, porque ahí estaré, donde las papas queman, donde 22 jugadores hacen rugir a los fanáticos, donde se queda el sudor en una camiseta..... SERÁ UN ORGASMO DE PARTIDO