De cabaret con el Joseph

Ahhhhhh el fútbol, el sexo y el fútbol. Pese a que no he viajado a muchos lugares fuera del Ecuador, siempre he tratado de hacer tres cosas en las ciudades que visito. 1, Pasear en los buses de transporte público; 2, conocer nuevos estadios y asistir a partidos; y 3, visitar nightclubs, con chicas de poca ropa que bailan sobre una tarima y sacan brillo a los tubos metálicos.

Se preguntarán porqué. Bueno, en la primera, a medida que avanza el bus se puede escuchar muchas historias de la gente, hablan bastante de fútbol, se quejan de tal o cual resultado, entre otras realidades cotidianas. Mirando por la ventana, se ve gente orgullosa caminando con la camiseta de su equipo, su segunda piel.

Lo segundo es más obvio, fútbol. Las hinchadas en su estado puro, hombres, mujeres, niños, ancianos, cánticos, banderas, pitos, papelitos picados, humo de colores, caritas pintadas; en fin, todos viviendo la fiesta al son del bombo.

Y lo tercero. Aquellos lugares en donde todos somos guapos, abarroterías de amor en que una cerveza bien helada sabe más rica gracias a la conjugación de todos los sentidos, ó donde una botella del whisky más caro ha sido fiel testigo de la concreción de importantes negocios, mientras otros regatea el precio para hacer uso de la más vieja de las profesiones.

Hasta estos sitios llegan desde el rico hasta el pobre, desde el albañil hasta el diputado de la república, y claro, los futbolistas y dirigentes no están exentos, todos siempre son bienvenidos. Que mejor si son de alta alcurnia, como para que dejen una buena propina eh.

Bueno, desde el fin de semana el presidente de la FIFA, Joseph Blatter (lo puede seguir en twitter como @seppblatter), ha estado como huésped del Ecuador. No dudo que su agenda debe ser muy apretada, pero siempre hay un espacio para conocer un poco más de la realidad del país al que se llega, o simplemente para tomarse un trago con el anfitrión (en este caso llámese Luis Chiriboga).

Quiero ponerme un momento en los pies de “Luchito”, creo que algo así podría ser:

-Mira Joseph, este es mi lindo Quito, mi lindo Ecuador. ¿Te gustó la Casa de la Selección?, pues ya sabes, cuando quieras te presto la suite del Rueda; la presidencial no porque esa es mia, jaja. ¡Cómo, que estás aburrido de tanto fútbol! ¿Quieres hacer algo divertido?, fácil mi hermano, haberlo dicho antesf, yo conozco el sitio “in”.

Ve no más estas guambritas, siéntese mija, siéntese y hágale compañía al Joseph. Mozo, tráigame una botellita de Jhonny… del azul pues mijo, quespfs. Dale no más hermano, con confianza, yo te pongo el primer tiempo, el segundo y si jalas hasta los tiempos extra. Eso si, a pénales no has de llegar, pero eso ni yo así que fresco.

Puchas, que te parece pues Joseph, no me vas a decir que no está bueno esto… pero eso si no ve, ya sabes, allá en Brasil te toca poner a vosff. Ahí nos vamos a dar una vuelta por Copacabana para festejar los partidos que gane la tri. No ves que vos dijiste que Ecuador debe estar en ese mundial, algo hemos de hacerf para clasificar, aaaarajo, jeje.

Bueno guambrito, ha sido un gusto tenerte por estas tierras y ya sabesf, a ver si la próxima concretamos alguito para ampliar el Atahualpa, no ves que cuando clasificamos a Alemania y Japón, ya no había espacio ni para un alfiler, jeje. Ahora si, chupa, chupa, hermano. ¡Salud!

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