El "diablo" no se va...


Sin duda alguna las opiniones están divididas en la tienda oriental.
Por un lado están aquellos que apoyan las normas, las reglas y estamentos y todo aquello que se debe hacer, porque así dicen las artículos y respectivos incisos estatutarios.

Y por el otro está lo fundamental de esta pasión llamada fútbol... la pasión por el deporte.

Yo apoyo lo segundo pues me identifico con aquellos que le hacen a la pelota más que nada por el gusto de correr tras el balón, patearlo, anotar un gol y celebrar.

Vi en Marco Antonio Etcheverry a aquel niño que en su escuela corre tras el balón por divertirse, de esos que a pesar de la noche, del frio, de la lluvia, no quiere dejar de jugar con sus amigos, porque el último gol gana funciona, a pesar de que el marcador real sea 12 - 21.

Desinteresadamente, al menos eso es lo que se ve en imágenes de tv y diarios, el diablo ha regalado camisetas, agua, pelotas, zapatos, todo aquello que necesitan los jóvenes que quieren ser estrellas de fútbol.

Y eso es lo que me gusta. Seguramente ellos aprenderán que el fútbol es, más que nada, un juego en el que hay que divertirse siempre. Que hay que sudar la camiseta no por el dinero, (bueno si, porque el fútbol también da de comer), pero por sobre todas las cosas, porque el fútbol es diversión.

Recuerdo cuando Messi lloró porque se lesionó alguna vez. No lloraba por el dolor en sus piernas. Tampoco lloraba porque iba a ganar dinero sin saltar a la cancha, (al final de cuentas su sueldo es fijo). Él, Messi, lloraba porque iba a estar lejos de las canchas sin hacer lo que más le gusta, correr tras el balón y divertirse.

También me acuerdo de un jugador que abiertamente demostraba que le encantaba jugar fútbol. Ese que pasó por la U y que era peruano, el chorri Palacios. Una vez me lo topé en una tienda deportiva del CCI. Y estaba con los jugadores de las divisiones menores de la U. Recuerdo que les dijo. Ahí están, escojan los zapatos que quieran, yo pago. Qué emoción, que lindo que es el fútbol así pensé.

Esos son los jugadores y técnicos que se necesita, por eso, así se enojen los directivos de Aucas, el Diablo se queda... se queda y punto, carajo.

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