Si el fútbol se cura con fútbol, ¿el sexo ...?

Ayer Liga perdió, la final del mundial de clubes, frente al Manchester, la ilusión viajó a Japón, tuvo buen fútbol se dejó todo y no bastó. Hubo desazón en los muchachos tras la derrota y fue ahí que escuché un comentario que se me antojó bastante como aclaratorio, porque mientras acá estábamos orgullosos de nuestro equipo de guerreros que son los vicecampeones del mundo, con dignidad como lo dijo la gente de Fox, los jugadores lloraron, se negaron a dar declaraciones en Japón, la razón: si bien el fútbol da revanchas y un clásico o un partido regular se lo puede dar vuelta en una revancha o en la siguiente ronda, sabiendo que el fútbol se cura con fútbol, una actuación mala se olvida con una genialidad en el próximo juego, una final de clubes y contra el mismo rival no se la juega a la vuelta de la esquina, el momento sería distinto, aparte hay que tener presente que para llegar a una final de mundial de clubes pasaste muchas pruebas y fuertes, salir campeón o clasificar en tu país, salir campeón de la Libertadores y ganar una semifinal del Mundial de clubes. Más claro es carísimo que esto suceda y si perdiste es complicado volver a la normalidad más allá de haberlo dejado todo.

Y en el sexo y el amor ¿no pasa lo mismo? El caso: enamorarse de alguna diosa, de esas que tienen el no sé qué y el resto de cualidades que uno anhela de aquellas que en un principio parecen inalcanzable, lejanas como pa jugar una final con ellas, pasan los años y el azhar te la trae de vuelta, por obra de las energías cósmicas, ahora que hemos dejado de jugar en la amateur, cuando dabamos los primeros pasos en ese mundo del amor que se materializaba en deporte como el sexo, un deporte con feeling, la encontramos más fascinante, todo un rival de respeto con trayectoria, si bien ahora que ya ascendió uno de a poco de categoría en el ranking mundial, incluso digamos que se había ganado una Libertadores, pero llegar al mundial es otra cosa y llegar a la final fue más que un sueño, llegó el día una tarde en cancha neutral hasta con viaje fuera y uno que se preparó anímicamente lo que se pudo, dejó todo en la cancha y fuera de ella, pero no se pudo ganar y sin embargo fue al final derrotado por ella, el tiempo pasó y la relación se enfrió, no hubo más partidos, una mala noche escribió y dijo que mi participación había concluido y recordar palabras preparatorias, “tienes que entender que no siempre basta con hacer las cosas bien y dejarlo todo, a veces también pasa por el otro lado (para nosotros los futboleros por el rival, su vehemencia y su jerarquía)” y aunque se hizo las cosas bien, el rival tuvo más jerarquía y definió a lo grande, marcó los goles necesarios en el corazoncito que le bastaron para enviar a uno de regreso con full pena y casi nada de gloria, por más que se jugó entero hasta el final no bastó y todo terminó. No hubo revancha, no habrá revancha, se llegó tan lejos y se perdió.

Y ahí vienen los clásicos intentos de alentarle a uno, que loco llegaste a la final y jugaste, cuándo antes habías jugado con alguien así, si ya lo hiciste lo podrás hacer de nuevo y etc. Y uno simplemente responde, es cierto mis amigos, pero ni la Libertadores de mitad de año, ni un mundial de clubes se juegan todos los días, ya se cerró el año de transferencias los torneos concluyen y vuelvo a esperar que comience la temporada, como me dijo un amigo, después del desgaste de los torneos del año puede ser que sea mejor retirarme y descansar las navidades y el fin de año con los amigos y familiares y a esperar la pretemporada.
Y bueno mis amigos si el fútbol se cura con fútbol, ¿el sexo se cura con? Mejor dicho ¿el amor se cura con?

No desaprovecho la ocasión para agradecer a los jugadores de Liga en especial al Pancho Cevallos y a Damián Manso, los que lo dejaron más que todo. Gracias por el sueño de ver a Liga en Japón.